Con motivo del Día Mundial por el Trabajo Decente, organizaciones laborales y de derechos humanos taiwanesas reclamaron al Gobierno que actualice con urgencia el Plan Nacional sobre Empresas y Derechos Humanos para garantizar que las compañías respeten los principios laborales internacionales. Señalaron que el trabajo digno no debe quedarse en un eslogan, sino convertirse en una responsabilidad democrática del Estado.
Un estudio sobre las 500 mayores empresas del país reveló graves deficiencias en la detección de trabajo forzoso y en las políticas de contratación de inmigrantes. Los expertos advirtieron que esta falta de conciencia empresarial pone en riesgo los derechos humanos y debilita la reputación internacional de Taiwán. La diputada Fan Yun (范雲) destacó el reciente caso de la empresa Giant, sancionada por EE. UU., como ejemplo de la urgencia de reforzar la supervisión gubernamental y la coherencia con los estándares globales.
Asimismo, los defensores de derechos humanos alertaron sobre la persistencia de abusos hacia estudiantes internacionales y pescadores extranjeros, víctimas de explotación laboral, y exigieron que el Ministerio de Trabajo extienda las protecciones a los trabajadores migrantes para evitar represalias y garantizar condiciones laborales seguras, equitativas y con dignidad, en consonancia con los compromisos democráticos e internacionales de Taiwán.