El Gobierno del Partido Democrático Progresista en Taiwán ha revocado la ciudadanía de unas 50 personas que se registraron como residentes en China continental o solicitaron documentos de identidad de la República Popular de China, en el marco de la aplicación de las “17 estrategias de seguridad nacional” promovidas por el presidente Lai Ching-te (賴清德). La medida busca prevenir la infiltración política de Pekín y se ampara en la Ley de Relaciones entre Pueblos de Ambos Lados del Estrecho, que prohíbe expresamente a los ciudadanos taiwaneses obtener residencia o pasaporte de China continental.
El presidente del Consejo para los Asuntos de China Continental (MAC, siglas en inglés), Chiu Chui-cheng (邱垂正), explicó que las revocaciones se producen solo tras la verificación oficial o a raíz de denuncias ciudadanas comprobadas, y que los procedimientos siguen un estricto marco legal. Chiu subrayó que el Gobierno actúa conforme a la ley y que quienes infringen la normativa pierden automáticamente su condición de ciudadanos taiwaneses.
Chiu también señaló que los casos de taiwaneses que huyen a China continental para eludir procesos judiciales, como el empresario Lin Chin-cheng (林金城), son minoritarios. También aclaró que toda cancelación de ciudadanía requiere pruebas sólidas y un proceso exhaustivo de comprobación antes de comunicar la decisión a las oficinas locales. Tanto él como la ministra del Interior insistieron en que el cumplimiento de la ley es esencial para salvaguardar la seguridad nacional y la integridad del sistema democrático taiwanés.